domingo, 30 de marzo de 2014

Caridad...

Allí estaba, entre harapos, durmiendo una siesta en el suelo de la Avenida 56 y 7, a un lado un sombrero puesto boca arriba,  de almohada, un costal donde lleva sus pertenencias, un hombre  pasa y deja caer algunas monedas sobre el sombrero, Este se despierta, y se para como un resorte:

- Ey usted, si usted, el señor de la caridad, óigame grandísimo Hijo de puta...

-Lo siento, ¿habla conmigo?- dice atemorizado el benefactor contrariado por el gesto de ira de aquel indigente.

-Sí, es con usted, ¿porque osa irrumpir mi sueño? solo para echar unas pocas monedas...

-Señor, es que yo vi el sombrero y pensé...


-Usted pensó lo que piensan los demás, que yo estaba pidiendo limosna, que necesitaba de su lastima, de sus migajas que me harían sentir bien.

-Me disculpo señor, no lo había pensado así...

-No solo eso, sino que aparte me despierta, llevaba un buen trecho sin dormir, y usted como un hijo de puta, me levanta con el sonido del "Clank" de las monedas... pudo haber observado que quizás el sombrero se estaba secando porque ayer llovió...

-Señor. Yo pensé mal, es que sus harapos...

- No tengo más, anoche me robaron, solo dejaron algunas prendas, y necesitaba pasar desapercibido en este peligroso lugar, ¿cree que dormir en la calle es fácil? por acá habitan ladrones, asesinos, violadores y todo tipo de ratas descaradas... no puedo dormir en la calle con un lustroso Smoking...

-Pero señor, si usted estaba acostado sobre el suelo, ¿no ha de pensar que una persona del común ha de pensar lo mismo que yo?¿porque esperaba que yo hiciera la diferencia?..

-Es cierto, todos son unos idiotas, se pasean por las calles, saltando a los abandonados, olvidan que son personas, no les dicen "buenos días" o "con su permiso" cuando pasan a su lado, los evitan porque hieden, pero ¿sabe usted que tan fácil es bañarse en la calle? ¿Quién le presta un baño a un olvidado de la vida? somos tratados como basura, yo no quiero su dinero señor, puede empacárselo por el trasero- acto seguido, arroja las monedas contra la cara del transeúnte quien anonadado  las recibe como una múltiple bofetada.

-hijo de puta, quien sabe que fumó anoche, y ahora viene a tomarla contra mí, ya verás pedazo de marica- acto seguido baja el cierre de su pantalón saca su pene y rocía con orina al hombre sucio, orina el sombrero, y orina el suelo donde duerme, deja el costal empapado, se sube el cierre y arranca una carrera...


-Malditos, nunca pagan bien los bastardos, pero ya que estamos aquí- se agacha y defeca sobre el sombrero...

No hay comentarios:

Publicar un comentario