Dizque "a mi traigame un aguardiente, un aguardiente de caña, de las cañas de mis valles, del anis de mis montañas..." si a mi el guaro me sabe a gasolina (en nombre del pasado, porque no volveré a tomar) ni compararlo con la cerveza o con el vodka, este mal habido trago, barato y embriagador, no tiene sabor agradable alguno, y se toma, como se fuma el cigarro, la primera vez a las malas.
Es mas, si vamos a ser sinceros, el sabor de ningún trago (excepto el baileys) es agradable, pensándolo bien, pero nuestra tradición de buscar sabores fuertes para perder el sentido, y comportarnos como macacos es ancestral, pasando por la chicha Muisca, hasta el guarapo de Caña que fermentado puede hacer volar al Apolo 13, llegando a nuestro "guarito" bebida anisada de fuerte sabor, que hace fruncir la cara de mas de un convidante.
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