miércoles, 25 de abril de 2012

que le ven al aguardiente...


Dizque "a mi traigame un aguardiente, un aguardiente de caña, de las cañas de mis valles, del anis de mis montañas..." si a mi el guaro me sabe a gasolina (en nombre del pasado, porque no volveré a tomar) ni compararlo con la cerveza o con el vodka, este mal habido trago, barato y embriagador, no tiene sabor agradable alguno, y se toma, como se fuma el cigarro, la primera vez a las malas.

Es mas, si vamos a ser sinceros, el sabor de ningún trago (excepto el baileys) es agradable, pensándolo bien, pero nuestra tradición de buscar sabores fuertes para perder el sentido, y comportarnos como macacos es ancestral, pasando por la chicha Muisca, hasta el guarapo de Caña que fermentado puede hacer volar al Apolo 13, llegando a nuestro "guarito" bebida anisada de fuerte sabor, que hace fruncir la cara de mas de un convidante.



Si es que somos de una tradición alcoholica muy fuerte, nuestros padres y sus petacos de cerveza abundante para la rumba, nuestros abuelos, y sus aventuras de cantina, para llegar a procrear en masa con las abuelas, si salian vivos de una reyerta de machete ventiao. la brutalidad de la mente reptiliana expresada por el envenenamiento por bebidas a base de alcoholes, que deberian servir para limpiar heridas e impulsar carros, y no para matar cerebros, y si no le gustó, tranquilo, no le estoy pidiendo opinion, solo estoy expresando libremente la mia, que es lo bonito de la libertad de  expresion.

No hay comentarios:

Publicar un comentario