domingo, 15 de noviembre de 2015

El perro angustiado...

Es de fácil conocimiento que los perros han sufrido modificaciones desde su origen como ancestro primo de los lobos hasta ahora, las ciento de razas caninas, preferidos por muchos, en especial por ser un animal de compañía empático, que demuestra emociones y sabe retribuir cariño, entre sus rasgos está el ser un protector y un aliciente de supervivencia en la soledad, pero algunas modificaciones de selección artificial son sinceramente caprichosas.


En lo personal, no me gustan los perros pequeños, pomeranians, pinchers mini y chihuahuas, nunca se les ve calmados, están nerviosos y rabiosos todo el tiempo, en un origen, los perros de buen tamaño, y singular fuerza parecen tener más control sobre sus emociones, la modificación a canino de bolsillo parece que les afecta de sobremanera, ruidosos, con ojos saltones, parece que fueran a perder sus globos oculares con cualquier ramita (de hecho, vi una vez como un pitbull se los arrancó, nada agradable) los perros nerviosos sufren una vida de tortura, por sentirse inferiores en tamaño, saben que no pueden ser competitivos, por lo que para generar una campana de protección, estallan en alaridos y ataques de ira constante, nada agradables, el cuerpo tembloroso se involucra en toda su actividad, sus orejas cortas, inútiles y demasiado vulnerables al polvo, los ácaros, las garrapatas, etc...

Realmente, la manipulación genética de estos animales debería ser considerada crueldad animal, y hacer lo posible por desaparecer la desagradable practica de reproducirlos, hasta el punto de extinguirlos. Ya sea por esterilización, o por simple cruza con especies menos neuróticas, no hay todavía psiquiatra  para perros, pero podemos confiar en que los animalistas exigirán en un futuro cercano uno de carácter público, sin importar, por ejemplo, que cierren dos o tres clínicas de reposo humanas.

No hay posibilidad aun de atenderlos con medicamento para su padecimiento crónico, ya que de sufrir los efectos colaterales que advenimos los homo sapiens, los veganos se abalanzarían sobre incautos e inocentes científicos, arguyendo que los animales son más dignos que nosotros, pero nada mal le caería a un pincher una pequeña dosis de risperidona al día,  y hay que agradecer que carecen de nuestra evolucionada corteza cerebral, porque nos la llevaríamos muy mal con los ataques de psicosis de un pomeranian.


Un hombre (de género masculino) de inclinaciones sexuales heterogenitales se inclina obviamente por un perro de caracteres más grandes, que tenga más defensas para la vida, la selección artificial del siglo XVIII, XIX y XX en la comunidad victoriana, afectada por las nerviosas y mal cogidas mujeres europeas de la época crearon sus símiles en estos pequeños esperpentos que dan más pena que lastima, no es nada raro ver a personajes en apariencia tan faltos de cerebro como Paris Hilton cargando a un descendiente mal trecho de un feroz can en una cartera pequeña, eso no es vida para un comunidad que peleaba contra osos, y otros depredadores, acostumbrados a espantar los terrores nocturnos de los primeros desvalidos hombres luego, en mi opinión, esta es una aberración contra natura que afecta al plan divino, el de Thor, que no hubiese querido a un chihuaheño en el Valhala...

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