viernes, 29 de agosto de 2014

El día de ayer (300 perros)

Los perros son los mejores amigos del hombre, por encima del homo sapiens mismo,  son leales, a veces silenciosos, agradecidos, con un sentido de lo que es amor, y mueren convirtiéndose en parte de cada familia, en un miembro especial, muchos lloran su partida igual que la de un ser querido humano, ¿porque no? si ellos hacen parte de esa cadena de afecto donde se construye incluso, tejido social...

El día de ayer, el autor de estas líneas había sido motivado a adoptar una Springle Spaniel, una perrita muy hermosa, de pedigrí que alguien había dejado abandonada en una peluquería, luego de suplicar y discutir en la casa de mi madre (si, lo admito, soy patético) y al ver algunas fotos del animalito, ella accedió con alegría, el amigo que me convenció de este milagro me llevó hasta la clínica donde estaba, yo ya iba con un dejo de pesimismo, sospechando que a estas alturas, alguien ya se la había llevado, y así fue, es que eso no era labor humanitaria.
 
No se movía de su cama
eso hablaba mucho de la profunda
tristeza que sentía este animal
Habra quienes piensen que ellos
no sienten


Como el caso era  conseguir una mascota, nos dirigimos a otros lugares, y de ahí nos enviaron a una vereda de Palmira, donde habían 300 perros abandonados, el adjetivo en este caso era cariñoso, los primeros que encontré a la vista, efectivamente estaban a su suerte, llegamos buscando uno de raza, porque así lo quería mi madre, primero vimos a los "Sarnieri" esos perros que habían sido dejados en la calle por sufrir de sarna, como si esta no fuera tratable, efectivamente, todos curados y limpios, luego el pabellón de los morochos, avanzamos hacia la camada de una madre con sus hijos abandonados que adoptó a uno que no era suyo ¿porque no la querían más? seguro porque no era pura raza, la persona que estaba a cargo del lugar pensó que ahí acabaría el paseo, ya que los cachorros eran muy tiernos, la verdad, pensé en ese momento que mi madre diría que no a mi propuesta, pero decidí llegar más a fondo, entre unos de ellos, estaba "Machete", este era un perro al que su amo le había propinado un machetazo en la cabeza, pero no logro matarlo,  "Hachiko", una perrita criolla que había llegado el día de la hospitalización de su amo, quien nunca más volvió a salir vivo del hospital, y sigue esperándolo, los canes suplicaban atención, saltaban, lamian, recibían cariños, La verdad, buscaba perros muy calmados, porque a mi concepto, son los que viven mejor en casas pequeñas, son silenciosos, incluso más inteligentes, y encontré uno con las orejas agachadas, que nunca se movió de su cama, de orejas largas y puntiagudas, con ojos grandes y expresivos, y entre una casita de madera, a otro muy pequeño que prácticamente no se movía, de ojos grandes que denotaban una enorme tristeza, la de casi todos los perros, me acerque con cautela, pensé que podía ser bravo, pero no, se dejó levantar con suma suavidad, y no se opuso a nada, llevaba días con Diarrea y fiebre, es apenas un cachorrito.
Se dejó llevar con docilidad hacia
el planchon para revisarlo, temblaba
y no se movía, ardía en fiebres, no
me lo pude llorar, busca un hogar.



Mientras mi amigo, que es animalista, ayudaba a ver algunos de los pacientes, vi con claridad la gran tragedia que les sucedía a todos estos amigos, la misma sociedad de porquería los había condenado a una vida de sufrimiento, se podía notar la enorme tristeza que tenían, no podían comprender porque alguien los había dejado, los había maltratado, los había tratado como un objeto, entonces sentí ganas de llorar, lo reprimí, porque no quería dar explicaciones, no me pude llevar ninguno, y eso fue lo que más tristeza me dio, 300 perros, y ninguno tuvo un nuevo hogar, el sufrimiento en sus ojos fue suficiente para que se me quedaran grabados en la mente, y pensar que las bestias peligrosas de este paraje somos nosotros,  no hare mas reflexiones al respecto.

Les dejo el siguiente vídeo, porque no me gusta llorar solo

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