martes, 11 de julio de 2017

Ser idiota debería ser crimen...

Esta alma condenada dice aquí lo que en persona no se atrevería, si quiere vivir en paz, acepte que estamos rodeados de idiotas, el idiota que se come el semáforo, el idiota que conduce lento por la izquierda, y el idiota que anda rápido por la derecha, los pequeños idiotas que tiran basura al suelo en el descanso, y los grandes idiotas que la tiran en las calles, y luego están hasta el culo de inundaciones, los idiotas que se reproducen como conejos, pero comen mierda porque no tienen para comer, los idiotas que se emborrachan y se envalentonan y acaban hasta con el nido de la perra, los idiotas ladrones que roban a otro pobre, los idiotas policías que cubren a los idiotas ladrones, los peores idiotas, los que defienden al político asesino a pesar de todas sus pruebas en contra, los idiotas de Herbalife, los idiotas que venden proteína para los músculos, los idiotas que se cuelan en las filas de los bancos, y los idiotas que las hacen.

ya viene temporada de elecciones que es cuando la idiotez sale a fondo, porque todo el mundo saca su idiota, el idiota máximo que vota por un político por "subirse al tren de los ganadores" ese idiota cree que siempre tiene que estar del lado de los ganadores, como si el idiota fuera a ganar algo a cambio, el idiota que se vende por tamal, el idiota que pide tajada, el idiota que no sale a votar, el idiota que se cree superior y dice que espera la llegada de cristo, y los idiotas como yo, que votamos a conciencia por las propuestas de otro idiota.

y usted, idiota que me está leyendo, sepa que nadie me merece respeto, ni siquiera el idiota uniformado que dispara en nombre de dios y la patria, o el idiota pastor que hace actos circenses de magia en sus cruzadas de milagros y curaciones idiotas....

Lo malo no es ser idiota, es no haberse dado cuenta que actuamos como idiotas...


Idiota...

El mercado de la esperanza…


El autor de estas líneas, o sea, yo, viene a decir algo y a sostenerlo en la cara de quien sea, el mayor mercado ahora es la esperanza, o la ilusión, se compra a granel y se vende al por mayor, cremas anti arrugas, gel para adelgazar, pulseras energéticas, santos rosarios, estampitas de san Nicasio,  aguas abre caminos, baños de rudas, biblias, coranes, libros de superación personal (padre rico, padre pobre), aceite de hígado de tiburón para curar el cáncer terminal, programación neurolingüística y otras frenologías recubiertas de terminología científica, todo se vende, el horóscopo, las aplicaciones para conseguir pareja, sea hombre, mujer o burro mandingo…


El mercado de la esperanza está saturado, pero nunca quebrado, los feos compramos belleza, los pobres compramos lotería, los esclavos compramos libertad financiera, los mortales compramos vida eterna, la televisión lo vende todo en empaque luminoso, y lo compramos, son enormes paquetes a contra entrega de aire, como las bolsas de papitas, como el sabor a súper queso de “Doritos”, hay quienes compran culo postizo y tetas de goma, quienes compran fajas reductoras y pastillas de dieta, somos pobres, somos feos, somos estúpidos, somos nada, y perseguimos la felicidad en embalaje de encomienda.


No se ofenda cuando le digo que no quiero su mierda, o que todo lo que me vende vale culo, solo quería decirle el auténtico valor de esos jueguitos de fantasías infantiles que se han tornado peligrosos porque ahora los compramos, pagamos el favor de dios en una iglesia, pagamos la boleta de un partido de futbol para recibir triunfos ajenos, pagamos por cada ilusión con la vida, y si usted me pregunta si estoy deprimido, yo le diré que este mundo está lleno de ilusiones mal sanas, no estoy deprimido, es solo que yo, yo no estoy nadando con la corriente.


P.D. el día en que una crema antiarrugas me deje liso un testículo, ese día me compro una tonelada…