Desde tiempos inmemoriales, los rockeros
han mostrado su clara oposición a la religión predominante de este lado del
planeta, el cristianismo, sean católicos o protestantes, o de otras
corrientes, y por eso, incluso, en muchos de sus movimientos se adora a la antítesis
del dios cristiano, Satán, nació este culto sobre todo con los grupos
emergentes de los años 70, incluyendo a hijos de pastores entre otros, que
cantaban su odio reprimido a la hipócrita religión que pone un gran peso sobre
el hombre, pero ni con un dedo lo levanta.
Pero el fin de este texto no es criticar a
la cristiandad, que a esto ya le dedico demasiadas páginas, si no a las figuras
del rock que se dedican a exaltar al diablo, ¿porque? porque hablar del diablo
es hablar de Dios, me temo mucho que aquellos que andan nombrando
incesantemente a este personajillo, chivo expiatorio de la maldad humana, terminan
manifestando su cristiandad inminente, y lo digo como un escéptico, en lo
personal pienso que los satánicos son más varados que los cristianos, que de
por sí, son un poco de varados, que necesitan de semejante psicópata como es Jehová
de los ejércitos, un verdadero grupo anticristiano anularía la adoración a todo
símbolo de la mafia más grande del planeta, está bien proveer de sarcasmos, los
estereotipos del metalero satánico solo empeora la percepción que por años y
años se ha reforzado de los mechudos podridos, tatuados, vagos, hedonistas,
fiesteros, que se dedican a escuchar al metal, ¿tienen que ser un producto de
mercado exacto para explotar como un boom? una copia exacta de otro grupo, una filosofía
copiada de otra, un salto de originalidad inexistente, que pena que vean a una
turbamulta de salvajes descerebrados, y no a un grupo de personas
intelectuales, amantes de la buena música, no pueden protestar contra la
iglesia, porque ellos la refuerzan, un estilo de vida caduco y falso, un
pretexto inmoral, lo que más temor me da, es que esos que gritan el nombre del
anticristo en tarimas, pueden terminar adorando a Jesús en la más pentecostal
de las iglesias, vestidos de buenos trajes y diciendo "hermano, yo fui un
satanista de los duros" !!Ridículo! me opongo a tener que llevar todo al
extremo.
Qué pena que la tierra solo ha parido
hombres para entregarse a los extremos, y muy pocos para poder apreciar la belleza
de la vida, sin dioses, ni demonios, que no quieran acabar con toda esta superchería,
esta imaginería barata, este "krokodil" mental que terminar por
descomponer la carne de las neuronas, mi disgusto abierto hacia aquellos que se
dedican a reforzar el estereotipo de un metal satánico, malditos sean de todos
los dioses, pasados, presentes y futuros, y espero que su Diablo los sodomice
con un falo de espinas de bronce, amén.